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Noa y Dorantes viajan entre estilos y culturas, de la tradición a la innovación en el Cervantes

   

¿A qué suena el Mediterráneo? La respuesta seguro que se parece a lo que anoche se escuchó en el Cervantes: una mezcla entre tradición y modernidad, entre el colorido de la música hebrea y la fuerza del flamenco, entre Noa y Dorantes. La cantante israelí y el pianista sevillano compartieron escenario en un proyecto «diferente», «un camino de amistad» que arrancó su andadura por España en Málaga, en la sesión inaugural del Festival Terral.

Dorantes tocó para Noa y Noa cantó para Dorantes en la recta final del concierto. 'Now Forget' sonó con los acordes del piano del sevillano, que dejó su marca en el tema de la israelí. Noa, por su parte, interpretó 'Didiana', un tema compuesto por el padre de Dorantes y que relata un drama, por desgracia conocido, de la guerra civil española: la historia de un hombre arrancado de su familia. Lo hizo con su estilo inconfundible, pero con aires de flamenco. Y en español. Y eso que, con mucha ironía, advirtió al inicio -en una introducción cantada- que desde su última visita a Málaga no había podido aprender el idioma.

Pero antes de la fusión hispano-hebrea, cada cual con sus músicos presentó su repertorio. Dorantes demostró que no es un pianista convencional: no lleva traje de chaqueta ni interpreta partituras clásicas. En vaqueros y deportivas, consigue como nadie que un piano hable flamenco, pero no el de siempre. Con él no hay guitarras españolas: en su lugar, percusión, violinista y bajo. Tres instrumentos con los que dialogaba constantemente y se retaba en rapidez; nada fácil si se conoce la velocidad de vértigo que alcanzan sus manos sobre las teclas. De lo más aplaudido, con 'olés' incluidos, su éxito 'Orobroy'.

Tras él, Noa -de largo y blanco- hizo alarde de su espectacular control de la voz. Pocos cantantes como ella hacen parecer sencillo el subir a los agudos y bajar a los graves en milésimas de segundos. Siempre acompañada de su fiel y «great amigo» Gil Dor, interpretó canciones en hebreo, temas inspirados en los que escuchaba de su abuela, baladas y éxitos en inglés, como 'I don't know', donde ella misma puso la percusión. Y es que Noa -dijo- es como «un árbol» en el que sus orígenes son las raíces y las ramas le permiten llegar hacia otras culturas. Todas sonaron ayer en Málaga.

(Diario SUR Digital) sur.es    Regina Sotorrio    04/07/2010