Renaud Garcia-Fons - David Peña Dorantes au Poët-Laval Jazz(s) dans la Cour des Commandeurs

Reseña traducida al español

Al salir de los caminos que todo el mundo emprende, acabamos forzosamente por llegar allí, a caminos que nadie ha andado. Podemos también encontrar compañeros de ruta, alquimistas virtuosos animados por la misma voluntad de la sublimación de su arte. Renaud Garcia-Fons y Dorantes son de esa estirpe; su encuentro, transcendente, era inevitable y es un inmenso privilegio ser testigo. La entrada en materia se hace a piano solo, con ambientes contrastados que nos hacen apreciar el toque de Dorantes, un tú a tú veloz, percutido, delicado y siempre energético y emocionante.

El flamenco está ahí, y bien ahí, instintivo, empujado por toda la genealogía del pianista volcada sobre las ochenta teclas del piano; los desarrollos dejan translucir un sólido soporte clásico, campo ricamente dotado por sus expediciones audaces yendo hacia la cima sin dejar el mando al borde del camino. El solo de entrada de Renaud Garcia–Fons da inmediatamente la plena dimensión al dúo, apoyándose sobre la paleta de estilos melódicos característicos del flamenco, cada pieza es seguida de ambientes, evocaciones y homenajes. Basados sobre un ritmo ternario común sobre todo el mediterráneo, el tanguillo se caracteriza por una apariencia percutida afirmada, que culmina con un sorprendente dúo de percusiones (en sentido totalmente literal "piano-contrabajo")

Para la malagueña que sigue, Renaud coge todo su baúl de viaje y hace subir el nivel de intensidad emocional con su intervención. La músicaes clara, franca y valiente, la simbiosis de instala, las miradas se cruzan, las energías circulan y al final, un golpe de arco basta para que la cuerda cierre indiscutiblemente la pieza " Sin Muros ni Candandados “ una bulería que puede escucharse en binario o en ternario según las afinidades y que nos lleva seguidamente hacia la grandiosa Soleá , que nos sumerge en un baño flamenco de los más tradicionales.

La paradoja es permanente, es un volcán bajo el hielo, el picante dentro del chocolate negro, un rayo en el cielo azul, la melodía vuela sobre sus acompañamientos hasta la violencia palpable, luego, la dulzura se pone en evidencia con toda la impetuidad del Chorus. Siempre se desprende esa gran y potente serenidad. Nos hace subir la sudoración hasta los párpados (somos hombres al final de todo…) después de una escapada por ambientes nórdicos es tiempo de reunirse con Persia para un pedazo solo a contrabajo que solicita toda la maestría de Renaud Garcia-Fons, del arco a la percusión con los dedos de la mano izquierda del pianista para obtener intervalos imposibles hacia los graves. Son envolventes. Para el último set los dos compañeros han elegido el modo sincrónico perfecto, ilustración de calidad emocional que dividen: velocidad, sensualidad, potencia, escucha mutua, vivacidad y prontitud. Para el primer bis la elección recae sobre una composición visiblemente reciente, Tanquillo Alegre ejecutado con el placer comunicativo del descubrimiento, antes de un segundo bis igual de entusiasmados que deja al público palpitante, admirativo y lo más importante soñador a la idea de lo que este encuentro excepcional promete, de nuevo exploración y descubrimientos.

Jazz-Rhone-Alpes.com    Michel Perrier    23/07/2014